Soda Cáustica
La soda cáustica se obtiene por electrólisis de salmuera (solución concentrada de cloruro de sodio en agua) libre de impurezas que perjudican significativamente la eficiencia y el rendimiento del proceso productivo. Independientemente del proceso, la soda cáustica se presenta en forma de solución acuosa límpida que contiene aproximadamente un 50 % p/p de hidróxido de sodio (NaOH), se vende a granel y se transporta en camiones y vagones cisterna.
Es un reactivo esencial para la producción de diversos productos químicos orgánicos. Entre las principales aplicaciones se encuentra el blanqueo de papel y celulosa, además de ser ampliamente utilizado en la industria química y petroquímica, metalurgia (producción de alúmina para la industria del aluminio), jabones y detergentes, industria textil y alimentaria. De origen natural, juega un papel importante en la prevención de la contaminación y en el tratamiento de efluentes, viabilizando diversos procesos industriales.
En el proceso de electrólisis se coproduce soda cáustica en una proporción fija de 1 tonelada de cloro y 1,13 tonelada de soda cáustica. Utilizada en una amplia variedad de aplicaciones industriales, la soda cáustica es muy apreciada por su poder neutralizante y también porque ayuda a controlar y remediar la contaminación ácida del medio ambiente. Por eso se utiliza en diversos procesos para controlar la acidez, neutralizar residuos ácidos y para la limpieza de gases.
Principales Aplicaciones
Control de la contaminación
Debido a su propiedad alcalina, la soda cáustica es el opuesto químico de los ácidos y, por lo tanto, es capaz de neutralizarlos. La reacción de neutralización produce agua y sal. Los depuradores de gases son dispositivos de control de la contaminación del aire diseñados para utilizar las propiedades alcalinas de la soda cáustica. Dichos sistemas neutralizan las emisiones de gases ácidos de las chimeneas, contribuyendo así a un medio ambiente más limpio y libre de contaminación.
Además, las instalaciones de galvanización de metales generan efluentes que contienen concentraciones de metales pesados disueltos que deberán eliminarse antes de que los efluentes se descarguen en las alcantarillas municipales o cuerpos de agua receptores. Por lo general, esto se puede lograr agregando un químico alcalino como la soda cáustica a los efluentes. Los hidróxidos de metales insolubles formados por la reacción de la soda cáustica con los metales de los efluentes se eliminan físicamente como parte del proceso de pretratamiento de efluentes.
La soda cáustica también se puede usar para neutralizar el drenaje ácido de las minas, que constituyen uno de los principales peligros ambientales. Durante el trabajo de minería, si el aire y el agua entran en contacto con minerales recientemente extraídos que contienen azufre, se oxidan rápidamente y liberan una cierta cantidad de acidez, metales y otras sustancias químicas nocivas en el medio ambiente. La soda cáustica es especialmente efectiva para neutralizar flujos bajos de drenaje ácido de minas ubicadas en lugares remotos y también para tratar flujos que tienen un alto contenido de manganeso.
Limpieza
La soda cáustica juega un papel importante en la fabricación de jabón en polvo, en barra y de detergentes, y una cantidad significativa se utiliza en la producción de jabones industriales y jabones especiales. Los países en desarrollo tienen una demanda importante de soda cáustica, ya que el jabón en barra se suele utilizar para el lavado de ropa e higiene personal. Los jabones especiales incluyen jabones para limpiar hornos y equipos de preparación de alimentos, detergentes más fuertes para lavavajillas, limpieza de pisos, de metales, removedores de pintura y muchos otros usos.
Otros usos
La soda cáustica está presente en la producción de telas de algodón para fortalecer las fibras y absorber mejor la tintura. Se estima que alrededor del 90% del algodón se trata con soda cáustica. La soda cáustica también tiene una serie de aplicaciones en la industria alimentaria, como el refinado de aceite animal y vegetal, la eliminación de ácidos grasos y el pelado de papas, frutas y verduras. Asimismo, se utiliza en la producción de celulosa, papel y aluminio. Y el tratamiento de aguas residuales municipales e industriales también requiere cantidades significativas de soda cáustica.